Yo ya siento que estoy muerta. Aunque quizás no sea tan grande ni doloroso, encontrar una razón para todo el dolor que he anestesiado sea quizas un acto de fuerza muy grande.
Quizás ese acto de fuerza lo afronto hoy en el día a día, callando el pasado,
Intentando explicar el porque de lo que ha pasado. El amor que tenia hacia mi madre y que una y otra vez se dedica a romper en mi cara. La falta de instinto maternal, el poco ojo hacia lo mío. Hacia mis actos.
Su rendición, la soltura de su mano con la mía, su ligereza melancólica.
La he visto castigarse enfrente a mí. Se siente bien. Pero no es lo que quiero, me siento avergonzada, me duele y me vuelvo a castigar
Y cuanto mas hablo mas me encariño y mas pena siento. Más quiero abrazar y ser capaz de dar amor a todos adelante.
Me lo merezco. No fue mi culpa.
Cargarme con todo no es posible.
Sigo sintiendo el nudo en la garganta y las ganas de hablar.
De llevarme mi morocho al monte
Y hablar.
Tengo miedo que pueda pensar de mi. O que pueda pensar después. No quiero que se asuste.
Quiero que sepa que no fue mi culpa. Que no se porque hice lo que hice
Tengo miedo.
Debería contarle algo o debería callar .
Debería guardarlo al silencio
Debería esperar.
Normal que mi estabilidad mental penda de un hilo.
Gracias por tu paciencia. No te lo mereces. Estoy hecha una magdalena. Sacas lo mejor de mi.
Y aunque ma;Ana haga lo contrario
Quiero que sepas que no es culpa mía. Y menos que menos tuya. Son los fantasmas que están alrededor de mi.
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