Reina


Deja de limpiar, se da vuelta y me mira:   

-Tu vida sigue siendo hermosa gorda

Aunque no me conozca lo sabe. 


Ahí, mientras dudo de si seguía siendo hermosa, me doy cuenta que vivía en un momento negativo pasado. Hago un repaso rápido por este ultimo tiempo y aunque quisiera no podría negarlo. Y en un ahogado intento final de negarlo, te digo que sí


Y se me caen las vestiduras. Y las corazas y todos los palacios mentales donde me refugiaba y creaba un espacio de seguridad, para poder quedarme ahí, sin darme la posibilidad de replanteármelo.   


Mientras me doy cuenta (después de muchos intentos fallidos de soltar) que el fin, que la muerte de un vínculo no significa que me hunda con esa muerte y se lleve toda mi felicidad. 


La muerte de un vínculo es dejar ir aquel festejo del otro reconociéndome y viceversa.

Pero no se llevó consigo mis gustos, mis deseos, mis pasiones, mis vínculos, mis amigos, mi vida. 

No se llevó nada


Era mas que nada, la sensación de perdida lo que me devastaba. De pensar que ahora no me quedaba mas de todos esos planes que eran míos y que decidí abrirlos. Sentía que se llevaba eso. Mi propia ilusión 


Pero es verdad. Mi vida sigue siendo hermosa y sigo siendo Giuli, con sus gustos, con su esfuerzo y con sus habilidades. 


En que momento hiciste que deje de sentirme fuerte ? Habrás sido vos ? 

Entre orgullo y admiración y subiéndose a mi nave, entre nubes nubladas sin tener la vision clara o en un desenlace de seguridad sobre un plan que no me involucraba ?

Se trató alguna vez de mí ?



Estuve en primer plano ?



No estoy para victimismo. De acá podría caer a un pozo profundo y dejar que todo se vaya al obscuro. 

Solo puedo darme cuenta de todo eso. 



Que viví y entendí este vinculo con tanta profundidad y confianza.

Que no siento que me haya equivocado. 

Que siento que actúe en base a lo que tenía de amor que tenía para dar y siento que lo dí.

Sentí enojo. Que te llevabas todas mis expectativas y mi cuento de hadas. Donde por fin tenía la recompensa a tanto esfuerzo. A la respuesta de lo que me causabas. 


Hoy estoy sola. Y se convierte en el día que me bajo del carro de los deseos de mirar para allá, y para acá y de querer esto y lo otro, de todo lo que podría tener y a lo que estoy apuntando. Decido y elijo descansar en mi lugar y dejo que también lo externo actúe. 

Sigo trabajando y me abro a confiar en mí, en lo que hago.

En mis dedos escribiendo sobre el tecladito desplegable en cada bar que se encuentra. 

Sabiendo que soy quien usa su tiempo, y que me alcanza infinitamente con tener este momento para mí.

Hoy soy suficiente.



 Hoy ya no te espero  





El día que decidí bajarme del carro 




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